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La marca Excelencia Turismo y Comercio Hispano China indicará a los clientes chinos que el establecimiento cumple o conoce todas las características orientadas a su óptima comodidad en el destino implicado.

 

  • ¿Por qué contar con personas que conozcan la lengua y cultura chinas? Porque por un lado será la persona de confianza a la que los turistas se dirijan, entregándoles una tarjeta con su nombre y su contacto para darles a entender que está a su disposición para lo que puedan necesitar, sugiriendo sitios donde ir o restaurantes que visitar, ayudando a que se perciba que se les da un trato especial y jugando un papel clave en fidelizar el cliente y ganar a nuevos por recomendación. Por otro lado, también puede orientar o solventar dudas a los demás trabajadores, incorporar experiencias y feedback para mejorar progresivamente el servicio.

 

  • Para aquellos huéspedes de alto-standing, o jefes y directivos de grupos de turistas o viajeros de negocios es aconsejable dar la bienvenida a cargo de un empleado con dominio del mandarín y/o, siempre que sea posible, ser presentado al director o uno de los cargos superiores del hotel, como muestra de reconocimiento y respeto a su figura, dada la importancia que las jerarquías siguen teniendo en la sociedad y el mundo de los negocios chino. Por otro lado hay que tener en cuenta que el orden del nombre y los apellidos en China es inverso al nuestro: así, si vemos escrito Li Jiankang, será el Señor Li, no el Señor Jiankang. y Los turistas chinos suelen ser más supersticiosos que la media.

 

  • En China el número 8 es el de la suerte (su pronunciación en mandarín y cantonés suena similar a la palabra “enriquecerse”), mientras que el número 4 es el de la mala suerte (su pronunciación suena similar a la palabra “muerte‘). Por ello, es preferible evitar a toda costa asignarles habitaciones en la planta 4, o con los números 14 o 44, y por otro lado, agradecerán enormemente ser alojados en la planta 8, o que el jefe de la delegación se aloje en la habitación nº 88.

 

  • En cuanto al interés por el “feng-shui” no es una creencia ampliamente extendida, pero detalles como evitar formas angulosas en el mobiliario optando por formas más redondeadas, o no situar espejos en frente de la cama pueden ayudar a que los clientes se sientan más cómodos.

 

  • En China es costumbre beber té o el agua caliente o recién hervida, no sólo en los menús sino también como bebida habitual. Para muchos, es habitual llevar un termo encima para hidratarse, incluso en los meses de verano, por ello conviene disponer de hervidores de agua en las habitaciones de los alojamientos.

 

  • En cualquier hogar chino es costumbre descalzarse al entrar y ponerse unas zapatillas. En sus viajes no es habitual que los turistas chinos lleven sus propias zapatillas, por lo que resulta una muestra de hospitalidad que el alojamiento les facilite unas en la habitación.

 

  • Para muchos hoteles con TV en la habitación es habitual poder sintonizar varias cadenas internacionales. Actualmente varias cadenas chinas, entre las cuales la estatal CCTV53, que incluso dispone de página web traducida al español, emiten vía satélite para casi la totalidad de países del mundo.

 

  • Si es posible, se deben incluir platos chinos en el menú del restaurante. Si no es posible, al menos poner a su disposición paquetes de fideos instantáneos en la habitación o a la venta en la recepción en los alojamientos.

 

  • La presencia de una bandera china entre el resto de nacionalidades que se ofrecen a la entrada de los hoteles (permanentemente o bien en su día nacional, 1 de octubre) será visto como un símbolo claro de buena acogida.

 

  • Es recomendable facilitar a los turistas la realización de llamadas directas a China a un precio no muy elevado, el envío de postales o la compra de recuerdos.

 

  • Es poco probable que los turistas chinos opten por conocer la vida nocturna de la ciudad durante su estancia, no sólo por ser percibida como una actividad no del todo segura, sino también porque esta modalidad de ocio nocturno no suele ser habitual en su cultura. Tampoco es probable que acudan al teatro o al cine por razones de desconocimiento de la lengua. Por ello, actividades como Karaokes, desfiles de moda, baños o salones de masajes, internet café para los más jóvenes o simplemente disponer de TV en chino en la habitación o películas en su idioma a disposición del hotel pueden ser útiles para adaptar la oferta nocturna a sus características.

 

  • En general ,los turistas sin experiencia previa de viaje prefieren hoteles de planta nueva, mientras que aquellos más experimentados o viajeros independientes suelen preferir algo más auténtico o más acorde con su visión del país: hostales antiguos, casas rurales, hoteles con alguna historia detrás o alguna peculiaridad distintiva.

 

  • El turista chino en general tiene interés en probar la comida local durante el viaje, pero eso no implica que quieran comerla a todas horas, dado que suelen querer alternar con comida china siempre que sea posible. Aquellos platos locales con más similitudes con los productos utilizados en la cocina China suelen tener una mejor acogida: como la paella, la tortilla o el marisco. No suelen tener preferencia por grandes filetes. Tienen preferencia por comer caliente en las tres comidas: desayuno, almuerzo y cena. Para los desayunos es habitual comer fideos, arroz, gachas o pan al vapor entre otros platos. En caso de no poder ofrecer comida china, es aconsejable disponer de buffet donde se puedan elegir los platos o la posibilidad de compartirlos.

 

  • Es habitual que el turista chino tome té no sólo después de la comida sino durante la misma. En las cenas de negocios o entre amigos también suele ser habitual tomar cerveza y alcohol de alta graduación y brindar efusivamente en varias ocasiones. El vino empieza también a gozar cada vez de más popularidad, y puede suponer uno de los grandes alicientes del viaje. Su consumo e importaciones siguen creciendo año tras año y existe interés no solo en probar el producto sino en conocer su proceso de elaboración.

 

  • La comida en grupo es un gran evento social en la cultura china. Es habitual comer alrededor de una mesa redonda especialmente en grupos grandes (nunca cuadrada o rectangular para grandes grupos). Se comparten los platos entre todos los comensales mediante un soporte giratorio y el ambiente suele ser distendido y ruidoso. Especialmente en las cenas de negocios es importante servir y ofrecer la carta respetando las jerarquías: 1º estatus profesional, 2º edad, 3º género, en este orden. Por ello es importante conocer con anterioridad quién es el director o la persona de mayor edad, o bien averiguarlo a través de la observación: habitualmente se le cede el paso, se sienta en la mesa primero o se le saluda primero. No es habitual decir gracias a los camareros, entablar conversación con ellos ni dejar propinas, aunque no hay que tomar eso como una muestra de descontento o de descortesía sino como su forma habitual de actuar en estos casos.

 

  • Habitualmente se acuestan y levantan temprano. Su horario de desayuno, almuerzo y cena se realiza a las 7.00, 12.00 y 18.00 respectivamente y aproximadamente.

 

  • Es aconsejable la traducción de la carta al mandarín o en su defecto contar con cartas donde se muestren las fotos de los platos. Para visitas guiadas a bodegas o enotecas es fundamental la traducción de sus servicios al mandarín.

 

  • Para atraer la atención hacia ciertos platos, menús o vinos es recomendable establecer precios específicos y donde resalte el número 8 como se explica más abajo.

 

  • Una de las actividades preferidas del turista chino, sea cual sea su destino, son las compras, siendo para muchos de ellos igual o incluso más interesante que las visitas en sí mismas. Hay que recordar que además el turista chino es uno de los que presenta un mayor nivel de gasto y Union Pay es prácticamente el único suministrador de tarjetas de crédito para el mercado chino y desde el año 2010 ya el primero del mundo en volumen de tarjetas. A pesar de que muchos ciudadanos chinos (especialmente los de mayor edad) aún prefieren el pago en efectivo, el uso de tarjetas se extiende año tras año. Facilitar el pago con tarjeta de crédito o bien adaptar cajeros y terminales es especialmente útil en aquellos sitios como hoteles, restaurantes o tiendas donde el turista presenta un mayor gasto. Facilitar éste método de pago evita a muchos llevar una cantidad excesiva de dinero encima y sobre todo permite ahorrar al cliente las comisiones derivadas del cambio de divisas. Establecimientos como El Corte Inglés ya facilitan desde mediados de 2011 el pago con tarjetas Union Pay.

 

  • Conviene recordar que los viajeros de fuera de la UE, están exentos de pagar el IVA en compras con un importe superior a 90,15€. Esto es un hecho ampliamente conocido por los turistas chinos por lo que muchos ya pedirán de antemano la extensión de un cheque o factura tax-free por parte del establecimiento, aunque si no lo hacen es aconsejable ofrecérselo. Muchos buscarán establecimientos que ofrezcan éste tipo de facilidades, así que disponer de éste servicio y anunciarlo supone una clara ventaja competitiva. La factura, juntamente con el producto, se muestra en la Aduana a su salida de la UE y se le reembolsa el importe en la modalidad que el turista elija. Muchos optan por gastar de nuevo el dinero en las tiendas Duty-Free. Actualmente 3 empresas cuentan con la autorización de la Agencia Tributaria Española para actuar como intermediarias en éste procedimiento: Global Blue, Spain Refund y Premier Tax Free.

 

  • Los productos de más éxito generalmente suelen ser aquellos por los que el destino es famoso (en el caso de España vinos, aceite, moda o merchandising deportivo), aunque no siempre es así. Hay que tener en cuenta que si un grupo de turistas chinos ha visitado París días antes de venir a España, probablemente haya comprado allí y no en nuestro país un perfume francés, igual que en Suiza con los relojes o el chocolate. Es un turista que compra básicamente por dos motivaciones relacionadas entre sí: estatus social y regalos para amigos y familiares. Por ello suele tener preferencia por artículos de lujo y de calidad y por ver una gran gama de productos antes de decidir cual comprar.

 

  • En una cultura tan colectivista es muy frecuente que compren en grupo, es decir si alguien del grupo compra un producto típico, probablemente más gente del grupo también quiera adquirirlo. Por ello es recomendable para aquellos establecimientos que reciban o deseen recibir a turistas chinos, tener una buena cantidad en stock, dado que es probable que en caso de no haber para todos, finalmente nadie acabe comprando y opten por buscar en otro establecimiento.

 

  • Un problema frecuente de los turistas a la hora de hacer compras es saber si el producto (especialmente si es caro) vale realmente el precio que pagan. Si éste se adquiere en los sitios oficiales éstos suelen ofrecer ya todas las garantías de oficialidad y autenticidad. No obstante, los turistas chinos generalmente no están familiarizados con la relación calidad-precio en un país extranjero, por ello es probable que quieran asegurarse del valor de lo que compran (joyas u otros productos de lujo). Por ello certificados oficiales, expedidos en mandarín por la marca del producto, pueden suponer para ellos una garantía fiable de su calidad o autenticidad.

 

  • En productos populares entre los turistas chinos es aconsejable aplicar un redondeo relacionado con el número 8, el número de la suerte en China asociado a la riqueza y la prosperidad. Como hemos visto en China se concede bastante importancia a la superstición, aunque a veces también está relacionado con el estatus. Precios como 8,88€, 88€, 888€ o 8.888€, o con el mayor número de 8 posibles, no sólo llamaran la atención del turista chino, sino que posiblemente tendrán más posibilidades de ser adquiridos. También es probable que algunos turistas intenten regatear el precio de los productos, dado que en China es lo más habitual en éstas situaciones. Si el establecimiento no acepta éstas prácticas, no debe extrañar o indignar éste tipo de conducta, tan sólo señalarles que no es una práctica habitual en el lugar.

 

  • Es aconsejable rotular en chino algunos productos o bien un rótulo o pequeño cartel en la entrada con un mensaje de bienvenida en mandarín como 欢迎光临 (Bienvenidos) o bien 热烈欢迎来自中国的客人 (damos una cálida bienvenida a nuestros clientes chinos).

 

  • El turista chino por lo general siente un fuerte orgullo por su historia y civilización, debido a sus casi 5.000 años de antigüedad. Por ello no debe extrañarnos si no se sienten demasiado impresionados o atraídos por alguna atracción turística con sólo unos pocos cientos de años de antigüedad. El orgullo nacional e histórico se ha visto reforzado en las últimas décadas por el crecimiento económico y la recuperación de su lugar en el mundo. No obstante la china es a la vez una cultura profundamente marcada por la humillación occidental en los siglos XIX y XX, por eso tienen una altísima sensibilidad por cómo el mundo percibe a China y trata a los ciudadanos chinos. Desean el mismo trato que a cualquier otra nacionalidad y es probable que se sientan decepcionados si no se les da. Se trata de un perfil de turista que reclama mucho más que, por ejemplo, los japoneses y tienden a adaptarse menos a las costumbres locales.

 

  • El respeto a la puntualidad suele ser bastante informal y no es en absoluto estricto en el caso de los viajeros, siendo ésta una característica en común con las culturas mediterráneas como la nuestra. Es frecuente que si se requiere su presencia a las 5 en punto, puedan aparecer 10 o 15 minutos más tarde. Un hecho diferencial de la cultura china es la escasa distinción entre el tiempo de trabajo y el de ocio, que suelen estar entremezclados y poco diferenciados. Es por ello que muchos no comprendan la rigidez de horarios en muchos comercios o establecimientos existente en occidente, ya que entienden que en caso de haber una demanda real o potencial de un servicio, no tiene sentido que ésta no sea cubierta sólo por razones de horario.

 

  • La china es una cultura con un fuerte componente colectivista, donde comportamientos individualistas no suelen ser vistos con agrado. El grupo turístico es percibido como una unidad, por lo que puede ser habitual buscar el consenso sobre dónde ir, qué comer o qué hacer, en muchas situaciones, en lugar de buscar experiencias que les diferencien del resto del grupo. Será habitual que el grupo opte por permanecer junto muchas veces. En un contexto cultural ajeno, el grupo es percibido como una especie de familia.

 

  • Es frecuente que muchos turistas chinos prefieran estar más tiempo comprando que viendo cosas, porque la obligación social de comprar regalos para sus familiares y amigos es tan importante como el viaje en sí mismo. Gastan mucho dinero por estatus y también para dar una buena imagen de su país dado que muchos poseen una elevada consciencia de ser embajadores de su cultura.

 

  • Es habitual en todos los segmentos que tomen montones de fotografías, cosa que en nuestro país puede resultar sorprendente. En aquellos viajes que incluyan muchos destinos en muy poco tiempo, tomar fotografías puede ser una forma de almacenar recuerdos en la cámara en lugar de disfrutarlos con tiempo, pero sobre todo como una muestra de estatus y una prueba de haber estado allí. Por otro lado también será habitual que tomen fotografías no sólo de los lugares de interés turístico sino también de las cosas o situaciones aparentemente más inverosímiles, dado que muchas de ellas no existen en su país y pueden ser vistas como ejemplos del exotismo del destino.

 

  • El papel que juega el guía turístico dentro de un viaje organizado o del tiempo que dure la visita programada es importantísimo. El dominio de la lengua en este caso es imprescindible ya que el conocimiento de otros idiomas no es algo ni muchos menos generalizado en China, especialmente entre aquellas personas nacidas antes de 1980. No sólo se espera de él que cumpla con el papel de guía sino también de amenizador, traductor, fuente de información, mediador en algún conflicto que pueda surgir y persona de confianza.

 

  • Las vacaciones de los chinos suelen ser cortas, no más de una semana o 10 días. No son habituales periodos vacacionales de un mes o incluso más. Por lo ajustado del viaje puede que, especialmente entre aquellos viajeros sin experiencia previa en viajes al extranjero, sientan preferencia por visitar cuanto más sitios mejor, en lugar de conocer un lugar más en profundidad. No obstante, en aquellos viajeros con experiencia previa estas preferencias pueden ser todo lo contrario, por lo que a la hora de elaborar el paquete turístico es necesario pensar hacia qué tipo de turista nos dirigimos.

 

  • Lo que quiere visitar el turista chino es lo más típico de cada país o ciudad, que es generalmente lo que han visto u oído de él y lo que les ha motivado a venir hacia el destino. Lugares asociados a historias de libros, novelas o películas famosas en China o en el mundo pueden tener buena acogida. A diferencia de los turistas occidentales, que solemos preferir lugares recónditos apartados de las grandes masas, en general el turista chino prefiere sitios con mucho ambiente o mucha actividad ya que para ellos es la mejor señal de que se trata de un sitio de interés. También pueden explorarse otras vías de asociación con otros destinos europeos para ofrecer productos temáticos ligados al golf, la gastronomía o el vino, los cruceros, los deportes o el patrimonio.

 

  • Los turistas chinos suelen decidir el destino o viaje con muy poca antelación, ello conlleva que la agencia de viajes china o el touroperador también tengan que operar con unos márgenes de tiempo muy estrechos. Por ello, es habitual que los touroperadores chinos contacten con varias agencias a la vez demandando un pack turístico con determinadas características. En estos casos, aquella que suele presentar la oferta en un menor período de tiempo, gana. Por ello no es recomendable demorarse más de 1 o máximo 2 días para presentar la oferta. El precio y la calidad son importantes pero no lo son todo, puesto que una vez aceptado el encargo, es probable que empiece la negociación (o regateo) por el precio del tour o los lugares a visitar, por lo que es recomendable operar de antemano con cierto margen de maniobra.

 

  • El destino España es en general poco conocido por los chinos, pero también entre los propios profesionales del turismo en China. Es por ello que una mayor oferta de viajes de prospección para agencias emisoras es necesaria. No tan sólo como una forma de comercializar el producto sino también de establecer contactos profesionales, que representan la base de toda relación comercial en China.

 

  • Nombre de la agencia en el mercado chino: es frecuente que muchas compañías occidentales orientadas hacia el mercado chino traduzcan y adapten su nombre al mandarín, imitando la parte fonética en su pronunciación y adoptando un significado positivo. Ello generalmente redunda en un mayor conocimiento, confianza y aceptación del producto por parte del consumidor chino. Ejemplos al respecto los tenemos en empresas como Cola Cao, que en el mercado chino se conoce como 高乐高 (pronunciése Gao-Le-Gao), que en mandarín significa ―Crece alto y feliz, o Carrefour, en China 家乐福 (pronúnciese Jia-le-fú), que significa la familia próspera y feliz. Por ello, asesorarse y buscar un nombre ingenioso para la marca o negocio puede redundar en unas mayores posibilidades de éxito.

 

  • El turista chino que visite España o cualquier país occidental se enfrentará a un medio totalmente extraño para él. El sentimiento de alienación es frecuente aun cuando la visita al destino no exceda de una o dos semanas. Es por ello que el turista chino siempre agradece experiencias en su estancia que le hagan sentir un poco más arropado culturalmente, y para ello es fundamental, juntamente con adaptar la oferta turística, disponer de un destino bien adaptado especialmente en aquellos lugares de mayor concurrencia turística. Es básico pues, contar con señalética, folletos, audioguías, podcasts y mapas en chino en aquellos sitios más populares. En otros, puede representar un motivo para visitar el lugar o una ventaja competitiva respecto a otros establecimientos. También es necesario incorporar personal con conocimientos del idioma en los puntos de atención al turista. La señalética e información en chino son especialmente necesarias en aquellos lugares donde cuentan ya con rotulaciones en japonés. La presencia de una lengua y no de otra puede ser vista como un agravio comparativo, lo mismo que si se les confunde por japoneses. La rivalidad entre chinos y japoneses se basa en un resquemor no superado por los hechos acontecidos durante la 2ª Guerra Mundial en la invasión japonesa de China, y hoy en día aún existen algunos conflictos territoriales y diplomáticos que mantienen viva la tensión. Si no existe suficiente espacio, puede ser una buena idea rotular sólo en caracteres chinos tradicionales, usados en Hong Kong, Macao y Taiwán y comprendidos también por chinos y japoneses. Tampoco hay que confundir con el chino el alfabeto coreano, a pesar de que las relaciones entre China y Corea son mucho más armoniosas. A continuación un ejemplo de las diferencias entre los cuatro sistemas de escritura usando la traducción de la palabra Paella.

Chino tradicional 西班牙大鍋飯

Chino simplificado 西班牙大锅饭

Japonés パエリア

Coreano 빠에야

 

  • Al turista chino, como a muchos otros, le gusta también dejar constancia de su estancia en las atracciones turísticas que visita (sentimientos, algún poema o frase hecha, o sencillamente un "estuve aquí"). Por ello, proporcionarles un medio o soporte como una tabla de madera o un libro de visitas donde poder expresarse puede ser una buena forma de evitar alguna que otra inscripción en nuestro patrimonio histórico.

 

  • En China también es frecuente que algunas atracciones turísticas cuenten con un sello o tampón (elemento importante en la tradición escrita en la cultura china) donde los turistas puedan sellar su agenda, guía o tickets. Por ello es recomendable que algunos de los sitios más populares entre los turistas chinos dispongan o creen sellos o tampones donde los turistas puedan llevarse un recuerdo. En este sentido una medida popular para atraer turistas chinos a ciertos sitios que queden fuera del itinerario turístico, podría ser la creación de un itinerario con varios sitios asociado a un pasaporte o libro donde poder sellar y llevárselo de recuerdo.

 

  • Una de las características de los destinos españoles, especialmente aquéllos que cuentan con atractivos al aire libre, es la escasez de baños públicos. Esto es un hecho que contrasta especialmente con la situación en China, donde son muy numerosos y es algo que muchos turistas constatan en su estancia en España. Construir más instalaciones de este tipo sería beneficioso en zonas de elevada concurrencia turística, y ya no únicamente para el turismo chino.

 

  • En los últimos años, debido a la creciente ola de robos en las zonas turísticamente más concurridas de nuestro país, se ha generado en muchos países la imagen de España como un destino inseguro. El destino debe facilitar medidas paliativas como una mayor presencia policial en las zonas de elevada afluencia turística o una mejora de la atención post-incidente a los afectados. En este sentido el Plan Japón diseñado por el Ayuntamiento de Madrid constituye un ejemplo de buenas prácticas en nuestro país al proveer atención personalizada y en su idioma al afectado. Ampliar estas medidas a mercados como el chino y por parte de otras ciudades sería sin duda un efecto que contribuiría a mejorar la maltrecha imagen del destino.

 

  • Junto a la adaptación de lugares de interés turístico también es recomendable la creación de nuevos productos que puedan resultar de interés para este mercado, por lo que es básico buscar referentes compartidos entre España y China.

 

  • La mayoría de turistas chinos que visiten España, probablemente lo harán atraídos por alguna temática relacionada con el turismo cultural. Nuestro patrimonio arquitectónico, pero también nuestras tradiciones y fiestas populares pueden convertirse en grandes atractivos para un mercado con especial preferencia por éste segmento.

 

  • Los destinos de naturaleza españoles para el turista chino sólo serán competitivos en la medida que estén relacionados con hechos históricos, novelas u otra relación que el ser humano haya podido tener con éste (como los campos de La Mancha y su relación con la novela del Quijote). También es posible elaborar una oferta atractiva de turismo de naturaleza si se complementa con la posibilidad de tener una experiencia con el modo de vida local (dormir en una casa rural, comer comida local, ver representaciones folclóricas o aprender a elaborar la artesanía de la región), hecho percibido como una experiencia llena de exotismo. También pueden tener éxito las actividades de turismo de aventura vinculadas al turismo de naturaleza. En general toda aquella oferta que pueda compaginar nuestro respeto por el paisaje con la voluntad del turista chino de realizar actividades de ocio durante el mismo puede representar un producto atractivo.

 

  • Existe el convencimiento entre muchos de que al turismo chino no le interesa lo más mínimo un turismo de sol y playa. Esta afirmación no es del todo cierta, aunque sí es verdad que los hábitos y el comportamiento del turista chino en este ámbito pueden diferir mucho de las preferencias de un turista de cualquier país occidental. En China el canon de belleza enfatiza la blancura de la piel, no el moreno. Les gusta el mar, acercarse a la playa, bañarse, tomar fotos, pero no tomar el sol. Es habitual verlos (especialmente las mujeres) con paraguas en días soleados para evitar los rayos del sol sobre la piel.

 

  • Para el turista chino no es habitual un tipo de vacaciones uni-destino, en un solo hotel y descansando una o dos semanas en la playa. Es un tipo de producto poco atractivo para ellos si no se complementa con otras actividades de ocio o visitas. La oferta de Sol y Playa que ofrece España, tal y como está planteada actualmente, es poco competitiva para el mercado chino por estar alejada de lo que buscan en este tipo de destinos, y también por la existencia de ofertas similares en el sudeste asiático o el Pacífico, mucho más baratas.

(Informe basado en el estudio El turismo chino en España de Daniel Tomás Gaimundiz, Fundación La Caixa, 2011)

Tips para conocer al turista chino
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